La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos
Las características de la inteligencia emocional son: la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de ser empático y confiar en los demás
La clave para ser considerada una persona emocionalmente inteligente es integrar respuestas emocionales y racionales.
Existen seis principios de la inteligencia emocional:
1. Las emociones son una forma de información
2. Tratar de ignorar las emociones raramente funciona
3. La gente no es muy hábil para esconder sus emociones
4. Una toma de decisiones efectiva debe tomar en cuenta las emociones
5. Los patrones lógicos suponen la expresión de emociones
6. Tomar en cuenta los símbolos universales y específicos de las emociones
Todo comienza con la conciencia. Es importante leer las expresiones faciales e identificar sus emociones asociadas, pues las emociones son un sistema de señales que contienen información: si no se capta la señal, no se obtiene la información. En el nivel más bajo, si no se es capaz de distinguir entre rabia y felicidad, no se podría distinguir un amigo de un enemigo. Por lo tanto, es importante saber identificar la emoción que se está sintiendo y la que están sintiendo los demás.
"El gerente emocionalmente inteligente." Web. Recuperado el 7 May 2010.
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